No se había anunciado previamente, nos enteramos dos horas antes. Pero lo sufiente para juntar 6 brazos y decir que lo más grave que sucede es matar los cuerpos con el aborto y las almas con el pecado. Y se lo fuimos a decir a la Conferencia Episcopal, muchos de cuyos empleados nos miraban con simpatía desde los ventanales, y a los prebostes del gobierno socialcomunista de inspiración masónica, con Pedro Sánchez, Tomás Bolaños y el ignoto ministro de Educación.
En la hora larga que estuvieron reunidos juntos los representantes de Cristo y del Anticristo, aprovechamos para rezar el Ángelus y el Santo Rosario. Algunos viandantes, con evidente simpatía hacia nosotros, nos preguntaban qué pasaba. Muchos más numerosos fueron los automovilistas que por allí circularon en ese lapso de tiempo. Y también eran muy numerosos los policías, siempre amables.
Esta foto la publicó "Infovaticana". Fueron varios los fotógrafos y cámaras de televisión que nos grabaron.
Segundos antes de la salida, los coches de la comitiva presidencial ya están listos y nosotros también para gritar durante unos segundos.
6 brazos, 3 gargantas. Lo suficiente para dejar testimonio.
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