Comenzaremos por el final. Siguiendo con su campaña electoral, siempre fuera de la Iglesia, siempre fuera del momento y tiempo de las celebraciones, el candidato a la Alcaldía, José Luis Corral, se encontró con el Padre Ángel García, Fundador y Director de "Mensajeros por la Paz", a quien entregó un folleto electoral y un calendario patriótico, diciéndole: "Padre Ángel, le entrego un recuerdo de tiempos mejores, que quiero ser Alcalde y quitar a su amiga Carmena". Don Ángel sonrió beatíficamente. Del mismo modo, la propaganda se entregó a otras personas, que la acogieron muy bien.
La Basílica de San Isidro se encontraba abarrotada, como siempre, para la Misa Solemne en Honor de San Isidro Labrador, Patrono de Madrid y de los agricultores. Presidió la concelebración el Cardenal Arzobispo de Madrid, Su Eminencia Don Carlos Osoro Serra. Con él, un Obispo peruano, Monseñor Salvador Piñeiro, Arzobispo de Ayacucho; y otro argentino, de San Isidro, Monseñor Jorge Casaretto, además del Auxiliar de Madrid, Don Juan Antonio Martínez Camino. También estaban el Deán de la Catedral, el Rector de la Basílica, el Vicario de Zona y otros sacerdotes.
La Homilía del Cardenal Osoro, bien dicha y con un gravísimo defecto.
El Cardenal tiene buen porte, magnífica y resonante voz, tronante en ocasiones, excelente dicción y un orden lógico en su exposición, conjunto de virtudes que resultan admirables.
San ISIDRO es el santo vecino de al lado, como gusta decir el Papa.
Su figura nos enseña hoy tres actitudes:
1.- Hay que ser Labradores de este mundo.
2.- Hay que ser Constructores de un mundo mejor, formando familia.
3.- Hay que ser Amigos de Dios, tratando familiarmente con Él.
Hacer el bien, inundar este mundo de caridad.
La tierra es una herencia común que nos den dar alimento a todos.
Cuidar la Tierra es obligación de todos. (Otra sintonía con las preocupaciones ecologistas del Papa Francisco).
San Isidro nos sigue hablando a través de los siglos.
Su devoción se ha extendido por toda la Tierra.
Dios no se oculta en esta gran ciudad. Se revela a los de corazón sincero. Debemos restaurar la Dignidad Humana, sin imponer, sino proponer la alegría del Evangelio.
La Familia es una institución que regala amor.
La Fe no es una lógica dura, sino una entrega de amor.
O estamos unidos a la Vid o no damos fruto.
Ser Santos es una llamada a todos. Amistad con Cristo y las Bienaventuranzas.
San Isidro nos muestra lo que es ser santo, amigo de Dios.
El Justo tiene Hambre de Dios. El Señor nos juzgará según el cap. XXV de San Mateo: "Tuve hambre y me disteis de comer....".
N. de la R.- ¿Algo de todo esto no es conforme a la Fe? Nada, evidentemente. Entonces, ¿cuál es el problema?
El problema es que el Cardenal predica una Arcadia Feliz, ignorando la denuncia profética de los gravísimos males que padecemos. Hace, no sólo en esta homilía, sino en todas las homilías, discursos y declaraciones, un discurso buenista, que no ofende ni molesta a nadie, que satisface a los poderes dominantes, muy especialmente a socialistas, comunistas, feministas, podemitas, capitalistas, masones y demás ralea. Ni una crítica al genocidio perpetrado con el crimen abominable del aborto, al que se suma la manipulación genética y la fecundación in vitro con el desecho de embriones, más la eutanasia. Ni una palabra de la destrucción de la familia, la imposición de una contramoral basada en la ideología de género, el desmoronamiento de las condiciones laborales y del tejido industrial, de la postración de trabajadores y campesinos, del envejecimiento y la falta de natalidad, de la peligrosa invasión de otras culturas y religiones en confrontación con el cristianismo, de la opresión fiscal, del abandono del pueblo a manos de delincuentes, okupas y maleantes, de la perversión de la juventud y de la infancia, la droga, la prostitución, la corrupción y el latrocinio, las blasfemias y las faltas de respeto a Dios, la Virgen y los Santos, a la Iglesia y a las personas, a la Patria y a nuestra Historia
El coro y el órgano, magníficos, bien conjuntados con el pueblo, sin pretender, como hacen otros, dar un concierto.
La Misa fue retransmitida por televisión. La organización corrió a cargo de la Real Cofradia de San Isidro de naturales de Madrid, que por la tarde sacó la procesión por las calles del viejo Madrid. También hubo representaciones de otras cofradías de provincias, así como de la Almudena, las 40 Horas y la Macarena.
El mismo Don Carlos repartió la Comunión al pie del Altar Mayor, mientras otros sacerdotes se repartieron por varios puntos del templo.
Al final, tras el Himno a San Isidro, el Cardenal bendijo y saludó.
Su Eminencia, que es de natural simpático y cercano a los fieles, fue saludando a muchos de ellos en su recorrido.
Hasta que se retiró a la Sacristía. Más tarde celebraría otra multitudinaria Misa en la Pradera de San Isidro, donde suelen acudir últimamente los políticos. Resulta de agradecer que se hayan retirado de la Misa en la Colegiata. Mejor sin ellos, aunque sí hubo representaciones institucionales del Ayuntamiento, la Comunidad y el Ejército.
Todo este magnífico templo fue incendiado por las turbas rojas en 1936. Se salvó una pequeña capilla.
El cuerpo incorrupto de San Isidro se salvó porque fue escondido previamente, por lo cual podemos seguir venerándolo en su urna. Debajo, los restos de su esposa, Santa María de la Cabeza.
Para la misa de 1 el templo volvió a llenarse, sin un hueco en los bancos.
José Luis Corral ante una maravillosa imagen del Sagrado Corazón de Jesús, pisando sobre el globo terráqueo, con el pie apoyado en España. Aquí hizo su Primera Comunión un Día de Reyes de 1963, sin trajes ni fiestas, tras confesar el día antes, a los 9 años de edad.
Y al lado, el Instituto San Isidro, que conserva un precioso Escudo Nacional con el Águila de San Juan. Aquí se examinó de Ingreso para el Bachillerato y ganó una Matrícula de Honor en una asignatura de Formación del Espíritu Nacional. Le preguntaron qué era una Cruzada y que pusiera un ejemplo. Contestó: "Una Cruzada es una guerra en defensa de la Fe. Por ejemplo, la Cruzada de 1936 a 1939, cuando las tropas nacionales al mando del Generalísimo Franco vencieron a los comunistas que perseguían a la Iglesia y mataban a los sacerdotes". Un 10 con 10 años. En 1963. Luego vendrían otros exámenes de Fin de Curso y de Reválida. Entonces había que saber todas las asignaturas y examinarse en una sola vez de todas ellas. Nada de evaluaciones parciales y aprobaciones poco a poco. Había que saberlo todo.
Tanto la Colegiata como el Instituto fueron la Casa Madre en Madrid de los Jesuitas, de la que fueron expulsados por Carlos III en 1767, confiscándoles todos los bienes. Volvieron con Fernando VII. Aquí tuvo lugar la matanza de frailes del 17 de julio de 1834, 14 de ellos jesuitas, en este mismo lugar. En total fueron 75 en todo Madrid, acusados por el populacho, con la complacencia de la tropa liberal, de haber envenenado las fuentes de Madrid ocasionando la epidemia de peste que se cebó con la capital aquel verano. La Colegiata fue incendiada y saqueada otra vez en julio de 1936. Construida entre 1622 y 1664, barroca, recibió el cuerpo incorrupto de San Isidro en 1669 y los restos de Santa María de la Cabeza. Fue Catedral de Madrid desde 1885 hasta la terminación e inauguración de la Almudena, en 1993.
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