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martes, 22 de noviembre de 2016

Discurso de José Luis Corral en la Plaza de Oriente. 20-N-2016



Discurso 20-N-2016

Compatriotas, camaradas y amigos de aquende y allende nuestras fronteras:
Nos bendice hoy la lluvia que cae del cielo con verdadera misericordia, suave y benigna, no como la falsa misericordia que se propina a hisopazos y que engaña cuando dice que todo el mundo se salva. Por el contrario, la Sagrada Escritura nos dice que la Misericordia del Señor está reservada para aquellos que le temen.
En otros años tuve ocasión de referirme a Francisco Franco glosando sus facetas de Caudillo, Jefe del Gobierno, Jefe del Movimiento Nacional o Generalísimo de los Ejércitos.
CENTINELA DE OCCIDENTE
Quiero referirme hoy a su faceta de “Centinela de Occidente”.
Efectivamente, Franco, al frente de su pueblo, de la parte que no se había contaminado, venció a la masonería, el separatismo, el anarquismo y el comunismo. Y en su largo periodo de gobierno no dejó de advertirnos, a nosotros y a las naciones cristianas de Occidente, del peligro de estos enemigos. Nos lo dijo en su último discurso en esta Plaza, desde el balcón del Palacio de Oriente:
“Todo lo que en España y en Europa se ha armado obedece a una conspiración masónica izquierdista de la clase política en contubernio con la subversión comunista terrorista en lo social que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece.”
Y lo reiteró en su Testamento:
“No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la patria y del pueblo español toda mira personal.”
En el fondo es la misma advertencia que hacía José Antonio Primo de Rivera sobre “la invasión de los bárbaros”.
EL COMUNISMO
Bárbaros que destruyeron 20.000 edificios religiosos y asesinaron a casi 7.000 obispos, sacerdotes y religiosos, además de docenas de miles de seglares y patriotas.
Bárbaros que se mataron entre sí mismos como bestias sedientas de sangre.
Bárbaros que siguen destruyendo la memoria, los símbolos e incluso las tumbas de los gloriosos caídos por Dios y por España, como ha sucedido esta misma semana con los sepulcros de los Generales Mola y Sanjurjo y de varios requetés navarros en el Monumento a los Caídos de Navarra, cedido vilmente por una Iglesia cobarde y entreguista, donde se ha utilizado su recinto para exponer en el suelo, con blasfemia y sacrilegio,  Hostias consagradas robadas. Formando la palabra Pederastia, que es ese crimen que ellos mismos cometen con su Educación para la Ciudadanía y la perversión organizada de la infancia y de la juventud. Crimen que achacan a otros, a la misma Iglesia, como los Pujol denuncian que “España nos roba” mientras acumulan fortunas inmensas en paraísos fiscales.
Barbaridades pasadas y presentes efectuadas por los mismos partidos, las mismas ideologías y las mismas siglas de raíz marxista, socialista y comunista, que se mantienen con versiones “mejoradas” del mismo virus: el retrovirus de ETA, Podemos y sus adláteres. Es decir, concretando, los que mandan en el Ayuntamiento de Pamplona y en la Comunidad Foral de Navarra.
Aunque, sorprendentemente, ese comunismo del que nos advirtió la Virgen María en Fátima en el mismo mes de octubre de 1917 en el que triunfaba la Revolución Soviética, denunciándolo como “el mal de Rusia”, el que era intrínsecamente perverso para Pío XI en la “Divini Redemptoris” y encarnación del pecado de resistencia al Espíritu Santo para Juan Pablo II en la “Dominum et Vivificantem”, que lo padeció, es ahora el que piensa como los cristianos, según dice o dicen que dice el Papa Francisco, que recibió el año pasado sin rechazo alguno un crucificado con la hoz y el martillo de fondo de manos del presidente boliviano, Evo Morales.
Pues yo digo que el Comunismo es el peor enemigo de la Humanidad en toda su historia. El que más asesinó, superando los 100 millones de víctimas. El que disolvió la familia, negando incluso la autoridad de los padres y la propiedad privada. El que destruyó la economía y condenó al hambre y al racionamiento a los pueblos. El que confiscó la libertad convirtiendo las naciones que dominaba en cárceles colectivas de las que todos querían y quieren huir. El que impuso el ateísmo y arrancó la religión del alma de las gentes. El miedo, la delación, la tortura, la cheka y el tiro en la nuca, el hambre y la desesperación, la miseria y la humillación, esos son los compañeros inseparables del comunismo.
El Comunismo ha tenido y tiene otros compañeros, los que ellos llaman “compañeros de viaje” y “tontos útiles”, los ambiciosos, los cobardes, los traidores y resentidos, los envidiosos, los que no tienen escrúpulos.
Ese Comunismo, centralista como en la URSS o libertario, como la FAI y la CNT, puro como el estalinismo o impuro como los socialistas, juntos y revueltos, o matándose como fieras entre sí, fue vencido por el Generalísimo Franco, Caudillo de España, al frente de los Ejércitos Nacionales. Fue derrotado doctrinalmente por José Antonio, por Ramiro y por Onésimo. Fue vencido militarmente en la guerra. Fue vencido en la paz, creando un sistema de justicia social, desarrollo y prosperidad que convertía en chatarra la dialéctica marxista. Y fue vencido moral, espiritual e internacionalmente por un Régimen, un pueblo, una Nación, que levantó el vuelo con alas de águila imperial.
Lo que ahora padecemos ha sido posible porque aquellos que tenían en sus manos la conducción del Estado, principalmente Juan Carlos de Borbón, o de Puigmoltó y Borbón, secundado por un amplio sector de los políticos del Movimiento Nacional, como Suárez y Fernández-Miranda, los jerarcas de la Iglesia como Tarancón y los jefes del Ejército como Gutiérrez Mellado, decidieron traicionar el sagrado juramento que prestaron de defender el Estado Nacional y sus Principios y Leyes Fundamentales, que eran inderogables por su misma naturaleza, aunque perfectibles. Por eso, todos los males que padece España provienen de ese perjurio y de esa traición. Por eso maldijimos solemnemente aquí a su principal responsable hace tres años, que pronto abdicó, el 2 de junio de 2014.

ACTA DE ACUSACIÓN

Hoy desde aquí, en este lugar emblemático, en esta fecha del más alto simbolismo patrio, en este acto y desde esta tribuna, que son Oráculo del Patriotismo español, quiero formular otra solemne acusación, un Acta de Acusación contra todo el sistema político bastardo que engendraron con artificios los llamados padres de la Constitución en el vientre de esa vieja prostituta llamada Democracia, convertida en nueva religión que todos deben adorar.
Vosotros, los demócratas, los del sistema, los de la casta, entre todos:
Habéis roto con nuestra gloriosa tradición, con el ser auténtico de España, convirtiéndonos en un estado amorfo y sin alma.
Habéis apostatado de la Fé multisecular de nuestro pueblo.
Habéis consentido que se insulte, agreda, robe, profane y desacralice a nuestro Dios, los Sacramentos, los Templos y las Misas. Y vuestra Justicia dice que eso no es delito.
Habéis arrancado de la conciencia del pueblo español, sobre todo de los más jóvenes, el sentimiento noble y orgulloso de ser español, “una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo”, según decía José Antonio.
Habéis permitido que se injurie y ofenda el Himno, la Bandera y a la Jefatura del Estado, con absoluta impunidad.
Habéis desarmado, cribado y desanimado al Ejército, convirtiéndolo en un funcionariado sumiso al mundialismo.
Habéis quitado a ese mismo Ejército la oportunidad de inculcar en la juventud los valores patrios y la educación castrense, suprimiendo el servicio militar obligatorio.
Habéis borrado nuestra gloriosa historia al dictado del rencor de los vencidos de la guerra civil, haciendo de la mentira ley.
Habéis derribado estatuas y monumentos, arrancado placas y cambiado nombres para satisfacer el revanchismo de las izquierdas y de los separatistas.
Habéis dado instrumentos políticos, económicos y jurídicos a los que pretenden dividir a España y que desaparezca.
Habéis fomentado la corrupción de los políticos y su enriquecimiento. Además de los enchufismos, nepotismos, puertas giratorias y prebendas de todo tipo.
Habéis regalado las empresas del Estado a vuestros amigos de pupitre. Habéis despatrimonializado al Estado.
Habéis multiplicado la administración del Estado y creado un ejército de funcionarios.
Habéis asfixiado a los ciudadanos y a las empresas con impuestos y multas abusivos.
Habéis condenado al paro, a la precariedad laboral, a sueldos de miseria, a trabajos degradados, a millones de españoles.
Habéis dejado sin techo a muchos miles.
Habéis arrancado el tejido productivo industrial al dictado de las conveniencias de poderes e intereses extranjeros.
Habéis endeudado al Estado y a todos los españoles para un siglo, superando ya el billón de euros.
Habéis asesinado a dos millones de criaturas inocentes antes de nacer con el abominable crimen del aborto.
Habéis cegado las fuentes de la vida, con la anticoncepción, con el modo de vida hedonista, convirtiéndonos en un país de ancianos.
Habéis provocado una inmigración invasora de millones de personas, que pone en grave peligro de continuidad y existencia nuestra sociedad. Competencia desleal en los trabajos, descenso de los salarios, aumento del precio de alquileres y viviendas, con la burbuja inmobiliaria que ocasionó. Además de terrorismo, delincuencia, enfermedades, ghettos y riesgo de futura confrontación, el choque de civilizaciones en nuestra propia casa.
Habéis destruido la familia con el divorcio, el amor libre, las uniones de hecho y el escandaloso matrimonio homosexual.
Habéis enfrentado al hombre y a la mujer, habéis hecho de las leyes de género un arma coactiva contra el matrimonio y la familia, acentuando el maltrato y los fracasos de las parejas.
Habéis envilecido a nuestro pueblo, especialmente a la juventud, con la droga, el sexo y el vicio.
Habéis escandalizado desde los medios de comunicación y en la calle, con programas y desfiles que desafían todo el orden moral.
Habéis manchado la inocencia de los niños.
Habéis desamparado a los ciudadanos, que sufren miedo e inseguridad por la delincuencia, la violencia y el terrorismo.
Habéis convertido en papel mojado el derecho de propiedad, a merced de los okupas.
Habéis pactado con los terroristas, a los que amnistiasteis en 1976 y 1977, premiando así lo que ignominiosamente llamasteis “su lucha por la libertad y la democracia”. Y otra vez ahora, dejándoles gobernar en regiones y ayuntamientos, además de tener asiento en Parlamentos Autonómicos, Congreso y Senado.
Habéis perseguido, acosado, injuriado y denigrado a los movimientos patrióticos.
Habéis creado un sistema electoral a vuestra medida, para mantener vuestro oligopolio político e impedir que fuerzas vivas y sanas consigan representación.
Habéis repartido entre vuestros secuaces los medios de comunicación y las frecuencias.
Habéis comprometido a España militarmente en las agresiones y crímenes a otros pueblos y gobiernos como Serbia o Irak , al servicio de intereses mundialistas.
Habéis sido vosotros, los demócratas, los del sistema, los de la casta.
Malditos seáis. Que os pidan cuentas el pueblo español, y la Historia, y Dios Todopoderoso, que hoy celebramos como Cristo Rey, a quien volveremos a adorar esta tarde en la iglesia de la Concepción de Goya 26, para ofrecer el Santo Sacrificio en satisfacción por las almas de Franco y de José Antonio.
Y si vosotros, demócratas de todos los pelajes y de todos los colores, habéis dividido a España, amenguado su grandeza y aherrojado su libertad, nosotros los patriotas, la conciencia viva de España, juramos, con la ayuda de Dios,  recobrarla UNA, GRANDE Y LIBRE.

¡¡¡ ARRIBA ESPAÑA !!!       ¡¡¡VIVA CRISTO REY !!!