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martes, 24 de noviembre de 2015

Discurso de José Luis Corral el 22-N-2015 en la Plaza de Oriente





Compatriotas, camaradas y amigos españoles y de allende nuestras fronteras.

Nos reunimos en este escenario imperial y augusto como culmen y quintaesencia del compromiso patriótico en España.

Nos circunda el soberano Palacio Real, que representa la Unidad Política y Espiritual de nuestro pueblo. Allí donde comenzó la espontanea resistencia del pueblo cristiano español a la invasión liberal, democrática, revolucionaria y napoleónica. Aquel desde el que saludaba y hablaba nuestro Caudillo en horas decisivas de nuestra Patria. Palacio de Oriente porque mira a Oriente, a Roma y a Jerusalén, faro y cuna de nuestra civilización cristiana.

Nos escoltan las estatuas de nuestros Reyes, los Reyes de las Españas, testigos mudos, pero elocuentes, de nuestra bimilenaria historia.

A un lado la iglesia de Santiago, del Patrón de España y guía de la Reconquista contra los musulmanes. Al otro, el convento de la Encarnación, con el milagro anual de la licuación de la sangre de San Pantaleón.

Y junto a nosotros, el Templo de la Música, que es el arte más elevado, que más sublima los espíritus. No en vano Dios ha dispuesto Coros de Ángeles en el Cielo.
Elegimos este escenario imperial y augusto. Y elegimos la fecha simbólica del 20-N, santo y seña del patriotismo español. Porque en esa fecha quiso el Altísimo en sus inescrutables designios que coincidieran las muertes de José Antonio Primo de Rivera y de Francisco Franco. La Palabra y la Obra, la Doctrina y el Hecho. La Potencia y el Acto. La Poesía y la Prosa. José Antonio es el Profeta y Mártir de una España Mejor. Franco es el Caudillo de esa España victoriosa, grande y libre.

Por ello, esta concentración, en los primeros años multitudinaria, no es un acto político más. Es la conciencia de una España dormida. Es la tribuna de los más altos y nobles ideales. Es el oráculo de la verdad. Es el conjuro de lo más sagrado y auténtico para reanimar a España y vencer a esos enemigos que ahora la dominan.

Por eso, hace dos años, con toda la autoridad y la dignidad de la que nos sentimos investidos, maldijimos pública y solemnemente aquí al máximo responsable de haber traicionado aquellos Principios del Movimiento Nacional y las Leyes Fundamentales del Reino. Bien poco tardó en caer fulminado por las adversidades y abdicar.

Nos cumple hoy dar cinco aldabonazos desafiantes a las puertas de la conspiración:

1.- Al Papa Francisco, que se ha permitido injuriar sin nombrarla, a España, durante su reciente viaje a Hispanoamérica. El Papa Francisco ha apostado por la leyenda negra y por los masones llamados “libertadores”. En contraste con sus antecesores, que siempre reconocieron que medio mundo católico rece a Dios en español gracias a la obra de España en América, África y Asia, nosotros recordamos que desde el Testamento de Isabel la Católica hasta las Leyes de Indias, el respeto y la espada de los conquistadores, junto a la santa heroicidad de los misioneros consiguieron que muchedumbres inmensas abrazaran la Fe Católica. Esa que ahora retrocede con modernismos y teologías de la liberación ante el empuje imparable de las sectas.
Y nosotros sabemos distinguir entre la Autoridad confiada al Vicario de Cristo y las opiniones y criterios políticos de los Papas, como ya hiciera nuestro Emperador Carlos I de España y V de Alemania.

2.- A los separatistas que ponen en peligro la unidad de España, que tanto costó mantener y tanto costó recobrar desde la invasión musulmana. Sepan, con palabras de José Antonio, que “el separatismo es un crimen que no perdonaremos” y que incurren en sedición y alta traición a la Patria, cosa que les demandaremos nosotros si los gobiernos democráticos no son capaces de hacer.

A los que no aman ni quieren a España hay que despojarles de la nacionalidad española, de manera que pierdan sus derechos políticos en España y no puedan ser electores ni elegibles. Y las organizaciones políticas o culturales separatistas deben ser prohibidas.

3.- A la invasión islámica que padecemos y la que amenaza con anegarnos por culpa de gobiernos democráticos permisivos y suicidas, que nosotros tenemos memoria histórica y sabemos muy bien cómo arrasaron nuestra religión y nuestra cultura, pues no hubo iglesia o monasterio que no arrasaran en sus incursiones, sin que nos extrañen sus crueldades de ahora a los que conocemos las crueldades y sadismos del pasado. Sabemos bien que sólo las naciones fuertes y decididas se hacen respetar y evitan ese suicidio.

Ya sabemos que no todos los musulmanes son terroristas. Pero sabemos que todos los terroristas se crían en un caldo de cultivo islámico. No podemos seguir incubando los huevos de la serpiente, protegiendo sus nidos y favoreciendo una inmigración masiva. A los refugiados hay que ayudarlos, pero eso no significa que se instalen aquí, con salvedad de los cristianos a los que se les hace la vida absolutamente imposible allí.

Ojo también a los liberadores, a los que supuestamente nos habrían de defender. Hace dos meses viajé por las costa atlántica francesa y pude ver que en muchas ciudades el centro histórico estaba construido con edificios nuevos. Era porque los “buenos”, los que iban a “liberar” Francia de los “malos”, que eran los alemanes, arrasaron todo el casco histórico de grandes ciudades, como Caen, Dunkerque, Amiens, Ruán, El Havre, con decenas de miles de víctimas civiles. Y con especial delectación por destruir las iglesias y catedrales católicas. Los “malos” no habían destruido ninguna ciudad de Francia, pero los liberadores sí. Y no sólo las que estaban en el área del desembarco de Normandía, sino por ejemplo, Nevers, en el centro de Francia. Hay allí una gran catedral, doble, pues un ábside es gótico y al otro extremo hay otro románico. Pues la RAF británica la destruyó porque dicen que la confundieron con un centro ferroviario. ¡Que Santa Lucía les conserve la vista! 

No tenemos otros defensores que Nuestro Dios y nosotros mismos.

4.- A la nueva generación de extrema izquierda que se han reorganizado como zombis con luna llena al ritmo que les marca ese Drácula con coleta. No nos engañaron ni un minuto. En cuanto los vimos acampados en Sol les reconocimos. Su tufo es inconfundible. Son lo peor de lo peor. La hez de la tierra. Son aborto y eutanasia. Son porro y mugre. Son anti España y anti Iglesia. Son amigos de separatistas, terroristas, islamistas y de todo lo malo. No son regeneración. Son degeneración y mal gusto. Son la corrupción químicamente más elaborada. Son los hijos del Averno. Son los sans-culottes de la Revolución. Los milicianos, los que hacen el trabajo sucio de la Revolución.

A diferencia de sus próximos antecesores comunistas y socialistas, que en gran parte eran hijos del franquismo, militando ellos mismos y sus padres en el Movimiento Nacional, el Frente de Juventudes y la Sección Femenina, estos ultraizquierdistas de ahora son de pura cepa: nietos de terroristas que cometieron crímenes execrables durante la guerra civil e hijos de terroristas del FRAP. Amigos de la ETA y del islamismo. Terroristas, hijos de terroristas y amigos de terroristas.

5.- A todos los partidos del sistema. Todos sois culpables. No hay nadie justo entre vosotros. Todos vosotros nos habéis conducido al abismo, a la catástrofe, a la ruina y la destrucción de España, al envilecimiento de nuestro pueblo, a la corrupción y al suicidio. Sois el aborto y sois la corrupción, el paro y la ruina, la invasión migratoria y el compadreo con el separatismo.

Ya lleváis 40 años abusando de España y de los españoles, confiscando nuestros bienes con impuestos que manejáis a vuestro antojo. Habéis sido abducidos por los enemigos de nuestra civilización y de nuestra Patria. Servís al enemigo. Escupís sobre nuestra Historia, no tenéis perdón. Iros, iros ya, porque sois incapaces de nada bueno. Malditos seáis todos.
En cuanto a nosotros, los leales, no nos queda sino perseverar en la palabra, la obra, el sacrificio y la esperanza. No requieren menos los grandes ideales que profesamos. No exigen menos Dios y España. Esforcémonos en mantener las banderas izadas y entonar nuestros himnos. En servir al Dios de los Ejércitos, cuya solemne Festividad de Cristo Rey celebramos precisamente hoy. El Dios Omnipotente quiera servirse de nosotros para establecer su Reinado Social y derrotar y humillar a todos sus enemigos.

¡¡¡ VIVA ESPAÑA CATÓLICA !!! ¡¡¡ ARRIBA ESPAÑA !!! ¡¡¡ VIVA CRISTO REY !!!