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sábado, 14 de marzo de 2015

Marea cívica, cristiana y española, contra el aborto.

 Una multitud de buena gente se ha echado a la calle para defender a los que no tienen voz, a los más inocentes y débiles, a los niños que todavía no han nacido. La Plataforma "Cada vida importa" ha sacado a docenas de miles de personas para dar testimonio. Han sido abundantísimas las protestas contra el partido del gobierno, que accedió al poder merced al voto de muchos de estos manifestantes, indignados con el engaño y que parecen dispuestos a votar alternativamente. Para evitarlo, los peperos han situado en la manifestación a sus "buenecitos antiabortistas de boquilla", pero peperos contumaces: Esperanza Aguirre, Àlvarez del Manzano y Mayor Oreja.
 Riadas de gente caminaron por la Calle de Alcalá en una mañana soleada y fresca, sin contaminación.
El cielo azul refulgía límpido y espléndido, en consonancia con los puros y desinteresados ideales de quienes marchaban.
 La marcha, que partió de la calle Sevilla, transcurrió por Alcalá y rodeó por ambos lados a la Cibeles.

Para terminar en la Puerta de Alcalá, donde se han sucedido intervenciones orales y actuaciones musicales.
Han sido emotivos los testimonios de varias mujeres, una de ellas que abortó pensando en asegurar así la fidelidad de su pareja, que terminó abandonándola.
Benigno Blanco, Presidente de la Plataforma, ha intervenido para mostrar la bondad y conveniencia de estas manifestaciones, que para muchos no consiguen nada. Pero con estas protestas esperamos que al final el aborto sea un triste recuerdo, igual que cayó el Telón de Acero e igual que se puso fin a la disgregación racial en Estados Unidos.
El acto se alargó demasiado, aunque el "minuto de silencio" apenas duró 15 segundos merced a los Padrenuestros que se empezaron a oír. Por lo cual muchos se fueron yendo antes de concluir oficialmente.
 La España en Marcha estuvo presente con numerosos militantes, siendo acogidos con simpatía y curiosidad.
Miles de hojas informativas fueron repartidas.
 Por su parte, el Movimiento Católico Español y Acción Juvenil Española acudieron primero a una vigilia de oración pedida por el Papa Francisco. En el templo de las Calatravas, en el magnífico retablo barroco de Churriguera, estaba expuesto el Santísimo. Ante él se rezó, se cantó y se recibió finalmente la Bendición.
 A las puertas del templo nos fuimos organizando, izando las banderas para advertir a otros militantes despistados entre el inmenso gentío.
 Puestos en marcha, nuestra pancarta y nuestras banderas llamaron la atención y fueron profusamente fotografiadas y filmadas. Se repartieron numerosos calendarios patrióticos.
 Y aguantamos hasta el final, aunque ya muchos hubieron de retirarse. Sin embargo, fue al final cuando los contactos, especialmente con jóvenes, resultaron más interesantes y fructíferos.