Después de una oración pronunció un discurso José Luis Corral, que recordó la frase de Ramiro de Maeztu a sus asesinos: "vosotros no sabéis por qué me matáis, pero yo sí sé por qué muero". Como dijo Sánchez Mazas, los nuestros no cayeron por odio, sino por amor. Por amor a Dios y al orden por El creado, por su Revelación. Amor a España y su arquitectura metafísicamente cristiana. Por amor a la Justicia y a un mundo nuevo que luego sería posible, tras la Victoria, al ponerse en marcha las ideas de la Tradición y del Nacional-Sindicalismo.
Por su parte, José María advirtió del peligro de una izquierda revanchista e hizo un llamamiento a la Unidad.
Para terminar, "Oriamendi", "Cara al sol" e"Himno Nacional" pusieron fin al acto.
Una foto en la peña sirve de recuerdo.
Y una comida de hermandad a la que se unieron otros, para vivir la camaradería entre charlas y canciones.