Un puñado de patriotas ha vuelto a subir a la Sierra de Alcubierre para recordar la Gesta de los falangistas que defendieron la posición muriendo hasta el último en abril de 1937, retrasando con su heroísmo el avance rojo, que no pudo romper el frente y llegar a Zaragoza, objeto de sus ambiciones. Convocados por la Hermandad Nacional de Banderas de Falange de Aragón, acudieron falangistas maños, catalanes, andaluces y madrileños, con el apoyo del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española.
El monumento ha sido adecentado por algunos camaradas que realizan esta humilde y laboriosa tarea, que Dios y nuestros caídos les recompensarán con creces.
Como no pudo haber Misa por falta de sacerdote, José Luis Corral dio una catequesis religiosa y patriótica sobre el valor del sacrificio de la Misa y la necesidad de contar con sacerdotes, como pueden serlo algunos jóvenes que están en nuestras filas, a ejemplo de otros que ya lo han sido. El simbolismo de este patriotismo vivido a la intemperie, preñado de significados espirituales, tanto católicos como hispánicos, es de gran importancia y muy valioso en el cielo.
Aitor, Jefe Territorial de La Falange de Aragón, se lamentó de la falta de compromiso de algunos y de los enemigos que a veces anidan entre nuestras propias filas, insistiendo en la necesidad de salir a la calle.
El Secretario de la Hermandad recordó los hechos históricos, así como las figuras recientes y entrañables de nuestro anterior Presidente, Domingo García, y del capellán, Don Amable Redón, que ya hacen guardia en los luceres e itnerceden por nosotros.
Para finalizar, los Himnos de la Cruzada, Oriamendi, Cara al Sol e Himno Nacional, cantados entre el ondear de las banderas, al viento fresco de las montañas.
Hubo también unos minutos para el monolito sito entre las trincheras y nidos defensivos. 5 nuevas rosas y poesías.
Y otro "Cara al sol", con los gritos de ritual dados por el Jefe Territorial de La Falange de Barcelona, Luis Alonso.
